LOS OJOS DE LA NOCHE
de Carmina Seva Alemany
(Poemas ganadores del primer premio Emilio Victoria)
La autora Carmina Seva Alemany recitando sus poemas en la entrega de premios.
© Jessica P. Chang (Foto)
© Martín Crespi (Foto)
I
TRAS LA PUERTA
La puerta ya se ha cerrado.
Tras ella, paredes blancas.
Luz de candiles alumbra
opacidades del alma.
La oscuridad y el silencio
son compañeros de estancia;
el crujido de algún mueble
irrumpe entre la nostalgia.
Ya se ha cerrado la puerta.
Abrirá cuando el sol salga.
Durante horas la luna
lanza guiños de esperanza.
II
DELICIOSA NOCHE
Ya el atardecer marchaba.
Alguna estrella lucía.
La luna, tímidamente,
asomaba enrojecida.
Poco a poco, las estrellas,
con su luz estremecían.
La luna, muy lentamente,
subía ociosa, ascendía.
Qué manantial de belleza.
Qué conjunto de armonía.
El mar, con su azul eterno,
con la tarde oscurecía
dando paso a los reflejos
que de plata parecían.
De pronto se ven dos sombras
que en la arena se fundían,
unidas por un abrazo
junto a besos y caricias.
Es lo que inspira la mar
y la luna cuando brilla,
que convierten en delirios
y apasionadas las vidas.
Y se fue el atardecer.
La luna fulgura altiva
observando que dos cuerpos
entre brazos ya suspiran.
Qué deliciosa es la noche,
clara, estrellada, sumisa,
con su perfume de luna
y olor a algas marinas.
III
COMO CRISTAL
Como cristal transparente,
por la faz de terciopelo,
se deslizan suavemente
dejando surcos impresos.
Son el agua de unos ojos
casi cerrados, serenos,
que no brillan como estrellas,
ni ya son como luceros.
¿Qué ha cambiado ese agua
que no es luz de firmamento?
La vida apagó su brillo.
¡Los avatares del tiempo!
Un conjunto silencioso,
oculto en el pensamiento,
cambió chispas luminosas
por apagados misterios.
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